Hemos detectado que, por el tono alarmista que algunos medios e institutos están comunicando en
relación al tema de obesidad, hay personas que se han formado ideas equivocadas de algunos conceptos de nutrición y queremos aclararlas por que de nada sirve la confusión.
(1) Las colorías son malas. Caloría es, la medida de la cantidad de energía que contienen los alimentos. La energía que nos permite movernos, con la que nuestros órganos funcionan, con la que nuestras defensas actúan, que nos construye y re-construye. Sin ella no podríamos vivir. Hace daño tomar más calorías de las que usamos por que se almacenan en forma de grasa corporal, el origen del sobrepeso. Sin embargo, la falta también perjudica, incluso puede llegar a tener peores consecuencias que el sobrepeso.
(2) La grasa hace daño. Sin grasa moriríamos. Tiene una mayor proporción de calorías por unidad que los azucares o las proteínas, sin embargo, no se absorben tan fácilmente y también producen una sensación de satisfecho mayor que los azucares, lo que limita nuestro apetito. Otra ventaja es que por su lenta absorción la energía se suministra lenta y constantemente durante más tiempo que los azucares. Por supuesto no hay que comer demasiadas.
(3) Los refrescos hacen daño. Aunque la afirmación es correcta hay que entender que no es su condición de "refresco" lo que las hace indeseables sino la propiedad de ser bebidas con alto contenido de azúcar y por lo tanto, de calorías. La condena debe ser extensiva a cualquier bebida con esta propiedad, incluso, desde el punto de vista calórico, al agua excesivamente endulzada que se prepara en casa. El problema es que tomarlas afectan muy poco el índice de saciedad. Las mismas calorías en carne, por ejemplo, quitan o al menos disminuyen notablemente el apetito.