viernes, 27 de abril de 2012

El Zinc y el Tabaquismo

¿Ha visto, o mejor aun, olido una grasa cuando está rancia?, es bastante desagradable ¿verdad?, lo que ocurre es que al oxidarse, las grasas se degradan, o sea, cambian su forma y con ello sus propiedades. El 60% de la masa seca del cerebro es grasa y uno podría suponer que ahí dentro del cráneo, aislada del mundo exterior, el "enranciamiento" no se puede dar pero en realidad si se puede, no por contacto del aire sino por las sustancias oxidantes que podemos hacer llegar por medio de la sangre. El tabaquismo es una fuente de estas sustancias. Cuando las grasas de nuestro cerebro y sistema nervioso se degradan por oxidación afectamos las terminales nerviosas lo que se traduce en menor capacidad intelectual y afectiva. Así como para detener el fuego está el agua, contra los oxidantes están los antioxidantes como el zinc, la vitamina E y la vitamina C. El problema es que el protegernos de la oxidación consume a antioxidantes y se corre el riesgo de caer en bajos niveles.