El pasado 5 de agosto de 2013, en este blog, relatamos el problema que es: no poder cuantificar analíticamente el nivel de calcio. Comentamos que, como un asunto de vida o muerte, el organismo debe mantener constante el nivel de calcio en la sangre, si llega a bajar lo toma de los huesos y el exceso lo elimina. En sangre no vamos a poder encontrar si la ingesta de calcio ha sido adecuada.
El magnesio también presenta un problema de medición pero por una razón diferente. En este caso tenemos que los niveles de este nutrimento en sangre varían mucho debido a que se metaboliza y consume rápidamente. Exagerando, puedo yo no ingerir magnesio en una semana, con que tome un poco un día antes de la prueba, la medición va a mostrar que tengo un nivel adecuado; al revés ocurre lo mismo.
La deficiencia de minerales provoca síntomas que se confunden con enfermedades. La confusión provoca diagnósticos equivocados y tratamientos inútiles. Poder cuantificar además de permitirnos resolver padecimientos también serviría en la investigación para entender mejor como funciona nuestro organismo.
Hay una alternativa que es la medición de niveles de magnesio en el cabello. El magnesio y otros minerales cumplen funciones en el cuerpo al ser parte de las proteínas de las células. Cuando estás mueren son eliminadas y una de las formas de expulsarlas es a través del pelo.
Güeros, negros, canos, lizos o rizados, los cabellos pueden, en teoría, revelar los niveles de ingesta de magnesio y demás minerales de un período de tiempo significativo. Decimos: en teoría, debido a que, hasta donde sabemos, la comunidad científica no ha validado este método. Está el tema de la contaminación de las muestras con todo lo que nos ponemos para: lavarlo, fijarlo, entintarlo... que para unos se resuelve con lavado, pero entre ellos se discute la técnica de lavado. Otros aseguran que en su experiencia no hace falta tratarla ya que es insignificante lo que aportan los agentes extraños.