La leyes deben ser para servir este tipo de propósitos, saber hasta donde puedo ir sin afectar los derechos de otro y hasta donde pueden ir los otros sin afectar mis derechos; nos dicen que puedo hacer y qué puedo esperar de los otros. Gracias a ellas podemos tomar decisiones tales como: que estudiar, cual va a ser mi profesión, donde vivir, que puedo crear, donde invertir.
Pero para que las leyes sirvan en este sentido, deben ser generales, es decir, iguales para todos y deben ser lo más objetivas posible para que no quede nada a la interpretación de una autoridad.
Con leyes específicas y/o subjetivas no podemos circular a la misma velocidad. Para cada paso que se quiera dar, primero debemos consultar con la autoridad y eso no basta, por que nada nos garantiza que esa autoridad no vaya a cambiar de opinión en el futuro.
El debate está abierto en México, grupos (en su mayoría de izquierda) están lanzando una campaña en contra de lo que de denominan: "alimentos chatarra"; ya están por grabar con impuesto especiales algunos de ellos.
Aunque haya un consenso general sobre el concepto de "alimento chatarra" este debe ser definido clara y objetivamente, de modo que la industria y pequeños productores sepan que pueden y que no pueden hacer. Además, por una razón de justicia, también debe ser demostrada la nocividad de lo que se defina.
¿Qué es lo que hace a un alimento chatarra?, ¿sus calorías?, ¿la falta de nutrientes?, ¿la cantidad de conservadores, estabilizantes, colorantes y saborizantes?, ¿ingredientes indeseables?.
No es una tarea fácil pues a fin de cuentas, en mi opinión, lo que hace daño no son los alimentos en sí sino el mal uso que se les da. Un chocolate no hace daño, pero si nada más como chocolates,seguro me enfermaré. Si decimos las grasa, tenemos alimentos como el aguacate, los cacahuates y las almendras que son muy buenos y tiene alto contenido de grasa. Si quitamos conservadores elevaremos el desperdicio.
Es un tema muy importante porque en primer lugar hay que recordar que en este país hay hambre y está se debe a la limitación económica de quienes la padecen. Sorprende ver la calidad nutricional de lo que comen pero hay que entender que en buena medida se debe a sus limitaciones económicas que no solo pesan en el bajo presupuesto para la despensa, también afectan en la falta de infraestructura en el hogar, de transporte (sólo compran lo que pueden cargar), de disponibilidad y en muchos casos falta de tiempo. Es un tema complicado que de entrada, para no agravarlo, ellos deben poder encontrar opciones. Recordemos que las calorías son necesarias, al final del día debemos encontrar en la comida la misma cantidad que nuestro cuerpo consumió, no es un principio de salud sino de sobrevivencia.
Pero no podemos olvidar que también millones de empleos en: el campo, la distribución, el almacenamiento, la industria de alimentos y de empaques, el comercio grande y pequeño y la publicidad viven de llevar alimentos a los hogares.